El Cementerio General de Santiago, en pleno corazón de la capital y el más grande de Chile, está cavando miles de tumbas para enfrentar un aumento de decesos por la pandemia del nuevo coronavirus, agravada en ese país sudamericano.
Hasta la semana pasada, Chile registraba entre 350 y 500 nuevos contagios diarios, pero el sábado empezó a dar balances en el entorno de los 1.000 hasta dispararse el miércoles 60%, cuando se registraron 2.660 infecciones en un solo día, y casi el mismo número este jueves.
Los sepultureros excavan hace un mes unas 2.000 tumbas individuales en tres patios del gigantesco recinto municipal, ubicado en la comuna de Recoleta, en el norte de Santiago, confirmó a la AFP el director del camposanto, Rashid Saud.
"Nosotros nos damos cuenta del momento histórico en el que estamos y que es posible que necesitemos más sepulturas, porque vemos lo que ha pasado en los países cercanos", explicó Saud.
Agregó que hace un mes y por iniciativa propia comenzaron la tarea de proveer más sepulturas.
Si bien todos los años el personal del cementerio despeja las sepulturas temporales no reclamadas por los familiares, en una actividad llamada coloquialmente como "resacas", la tarea nunca se hacía en esta época del año, dijo por su parte a la AFP Luis Yévenes, secretario del sindicato del Cementerio General y presidente de la Federación de Trabajadores de Cementerios Municipales.
De acuerdo a Saud, hasta ahora se han habilitado cerca de 1.000 sepulturas. Yévenes afirmó, sin embargo, que se han despejado ya unas 1.700 de los patios 134, 134 y 136.
El plan oficial es habilitar cerca de 2.000 tumbas, según Saud, para hacer frente a la pandemia que en Chile se ha cobrado la vida de 368 personas desde que se registró el primer caso de coronavirus el 3 de marzo.
"Hay que contrastarlo con otros países que han recurrido a fosas comunes, con países donde han estado con los muertos en las calles, pudriéndose los cadáveres en camiones; es eso lo que queremos evitar y ojalá no las usemos (las sepulturas nuevas)", añadió Saud.
Yévenes explicó por su parte que se trata de sepulturas de tierra que se están excavando en patios donde fueron sepultados cuerpos hace ya más de una década. Los sepultureros trabajan allí de lunes a sábado.
Expresó además su preocupación por lo que sucede en los cementerios municipales de otras ciudades de Chile, como Valparaíso y Viña del Mar (centro) y Concepción y Talcahuano, en el sur. "No hay capacidad. Nosotros hicimos un catastro", afirmó el dirigente.